Muchos proyectos de criptomonedas fracasan, en realidad, no por los agricultores de airdrops que venden sus tokens, sino porque el diseño del propio proyecto es demasiado aburrido.
En pocas palabras, ¿dónde está el problema? El diseño de las tareas es complicado y aburrido. Obligan a los usuarios a participar en diversas operaciones tediosas: intercambios ilimitados de pares, seguir al CEO del proyecto, rellenar formularios, compartir, dar me gusta... Con este conjunto de acciones, los usuarios ya están cansados.
A nadie le gusta ser tratado como una herramienta. Nadie quiere dedicar una hora
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