Decir que existe un campo de inversión -cualquiera que sea su tipo- completamente seguro y libre de riesgos es una afirmación absurda y contraria a las más simples reglas de la lógica. Por lo tanto, es necesario reconocer que los riesgos de operar a través de Internet son una realidad que no se puede ignorar ni negar. Sin embargo, lo positivo es que gestionar y controlar esos riesgos es algo que se puede lograr y es relativamente fácil de alcanzar.