Hito importante en gobernanza: un protocolo DEX líder acaba de ejecutar una quema histórica de 100 millones de tokens de su tesorería, lo que equivale a aproximadamente el 10% del suministro total eliminado en una sola transacción, tras una aprobación abrumadora del 99% por parte de la comunidad en la votación. La medida marca un cambio drástico en la economía de los tokens.

El contexto es importante aquí. Durante cinco años consecutivos, el token funcionó puramente como un mecanismo de gobernanza, sin captar valor económico alguno a pesar de facilitar $4 trillones en volumen de comercio en toda la plataforma. Toda esa actividad generó tarifas sustanciales, pero los titulares de tokens no vieron nada.

Ahora la historia cambia. La gobernanza del protocolo acaba de activar el interruptor de tarifas, lo que debería dirigir alrededor de $700 millones en ingresos anuales de vuelta al ecosistema. Con estos cambios estructurales en marcha, el token se cotiza a $5.96, un punto de inflexión donde los tokens de gobernanza finalmente comienzan a comportarse como participaciones de capital reales.

Este cambio de derechos de voto puros a participación en ingresos podría transformar la forma en que los mercados valoran los tokens de utilidad en el espacio DeFi.