Nueve rachas ganadoras, más de 14 millones de dólares en ganancias — este es el último informe de esa ballena en Hyperliquid (0x152e). Nueve operaciones exitosas, suena a ciencia ficción, pero esto realmente ocurrió. Pero quiero decirles, no se dejen cegar por estos números brillantes.

En esta industria, en la que llevo tantos años, he sido testigo de innumerables minoristas que se golpean el pecho diciendo "¡Encontré la clave!", solo para terminar siendo carne de cañón de los grandes jugadores. Hoy no voy a alabar ni criticar, solo quiero hablarles de este juego que parece rentable, pero en realidad está lleno de corrientes subterráneas.

**Guerra de información: tú siempre vas un paso atrás**

Los grandes ballenas y los minoristas no juegan en la misma liga.

Ellos manejan datos que son diez, cien veces mayores que los tuyos — transferencias grandes en la cadena visibles en tiempo real, noticias anticipadas, como si pudieras ver las cartas del oponente en una partida de póker. Tú todavía estás en las redes sociales buscando noticias y tendencias, ellos ya han cerrado sus operaciones.

La vez que más me impresionó fue: unos minutos antes de que Trump anunciara oficialmente su estrategia de reservas en criptoactivos, una ballena invirtió 6 millones de dólares de una sola vez, apalancada 50 veces, comprando ETH y BTC a toda velocidad. Cuando la noticia salió, el mercado se disparó en línea recta, y ese tipo ganó 6.8 millones de dólares en un día. ¿Qué tan preciso fue ese momento? Piénsalo, ¿fue solo suerte?

**"Caza de stops": ellos están pescando tus órdenes de stop-loss**

Lo que más duele es que los grandes ballenas juegan a algo llamado "caza de stops". En pocas palabras, es como si un león en la sabana hubiera estudiado los patrones de vida de las ovejas — saben exactamente en qué niveles psicológicos los minoristas colocan sus stops, y luego manipulan el precio para alcanzarlos, provocando una avalancha de stops y generando pánico. Después de recolectar esas órdenes, vuelven a subir el precio para seguir ganando.