Estados Unidos presenta un proyecto de ley bipartidista de “Seguridad en Cripto”, destinado a establecer un grupo de trabajo federal para reducir las estafas con criptomonedas. La ley requiere que el Secretario del Tesoro forme un grupo de trabajo en un plazo de 180 días tras su aprobación, cuyos miembros incluirán funcionarios gubernamentales, agencias de aplicación de la ley y representantes de la industria cripto. El grupo de trabajo deberá celebrar al menos 3 reuniones al año y presentar informes que resuman estrategias y recomendaciones regulatorias. Datos de ImmuneFi muestran que en los primeros cuatro meses de 2025, las pérdidas por estafas con criptomonedas ya superan los 1,7 mil millones de dólares.
530 mil millones de dólares en estafas crean un agujero negro que impulsa la colaboración interinstitucional
(Fuente: Senadora de EE. UU. Elissa Slotkin)
El nacimiento del proyecto de ley de “Seguridad en Cripto” surge de una cifra impactante: desde 2023, más de 530 mil millones de dólares han sido robados a través de estafas y robos con criptomonedas en todo el mundo. Ari Redbord, vicepresidente y director de políticas globales de TRM Labs, afirma: “Para hacer frente a esta amenaza, es necesario que los diferentes departamentos del gobierno colaboren estrechamente, detecten tempranamente las actividades fraudulentas, congelen y confisquen fondos dentro del marco legal, y desmantelen la infraestructura que permite que estas estafas operen a gran escala.”
El desafío actual en la aplicación de la ley radica en la fragmentación. El FBI se encarga de investigar, pero carece de experiencia en rastreo en blockchain; el Departamento del Tesoro posee inteligencia financiera, pero tiene autoridad limitada para hacer cumplir la ley; la SEC y la CFTC regulan áreas distintas, pero sus jurisdicciones a menudo se superponen y entran en conflicto; las agencias estatales actúan de manera independiente, dificultando la coordinación en casos interestatales. Esta fragmentación permite a los estafadores aprovecharse, trasladándose de una jurisdicción a otra cuando una autoridad los detecta.
El ejemplo más notorio es la estafa de “matadero”. En noviembre de 2025, el Departamento de Justicia anunció la creación de un “Equipo de lucha contra las estafas”, en colaboración con el FBI, la Oficina de Seguridad Diplomática, el Departamento del Tesoro y otras agencias, para combatir específicamente las estafas internacionales de criptomonedas originadas en China. Estas estafas, mediante plataformas falsas y suplantación de identidad, han defraudado a decenas de millones de dólares en todo el mundo en los últimos años. Sin embargo, esta colaboración interinstitucional temporal carece de una base institucional sólida; el proyecto de ley de “Seguridad en Cripto” busca institucionalizar y normalizar esta cooperación.
Las cinco tareas principales del grupo de trabajo federal
Investigar y prevenir estafas: establecer sistemas de alerta temprana, identificar nuevas técnicas de fraude, emitir advertencias
Establecer métodos interinstitucionales: unificar estándares de investigación y mecanismos de intercambio de evidencia, eliminar zonas grises en jurisdicciones
Recopilar opiniones de las partes interesadas: incluir información de primera línea de exchanges y empresas de análisis blockchain para complementar la información gubernamental
Fomentar el intercambio de información: romper barreras entre departamentos, crear plataformas seguras de intercambio de inteligencia, acelerar la resolución de casos
Recuperación y confiscación de activos: coordinar el congelamiento y la confiscación de fondos robados, aumentar la tasa de recuperación para las víctimas
Redbord opina que, si se establece este equipo, tendrá un impacto significativo en promover una mayor coordinación interinstitucional. “El proyecto de ley de ‘Seguridad en Cripto’ sienta una base importante para responder de manera más coordinada y proactiva a las estafas y robos con criptomonedas.” Esta valoración proviene de representantes de la industria que podrían integrarse en el grupo de trabajo, mostrando una actitud receptiva del sector hacia esta iniciativa.
Un momento raro de colaboración bipartidista
En el actual entorno político polarizado en EE. UU., es muy inusual que ambos partidos presenten conjuntamente un proyecto de ley. La senadora Slotkin es demócrata, mientras que Moran es republicano; su colaboración trasciende las diferencias partidistas, evidenciando que la gravedad del problema de las estafas cripto ha logrado un consenso bipartidista. “Nuestra legislación establecerá un grupo de trabajo para fortalecer la coordinación entre agencias gubernamentales, fuerzas del orden y el sector financiero, con el fin de identificar y combatir las fraudes con criptomonedas”, enfatiza la declaración del senador Moran, subrayando la necesidad de cooperación.
Detrás de esta colaboración bipartidista hay una realidad de presión de los votantes. Las víctimas de estafas con criptomonedas están en todos los estados y niveles sociales, desde jóvenes inversores hasta ancianos que pierden sus ahorros de jubilación. Cuando los votantes sufren pérdidas significativas, no les importa quién gobierna, solo exigen acción. Esta presión pública transpartidista hace que las estafas cripto sean uno de los temas que más pueden motivar la cooperación entre partidos.
No obstante, el proyecto de ley aún enfrenta incertidumbres para su aprobación definitiva. Aunque los proponentes muestran buena voluntad, el proceso incluye revisión en comités, votaciones en ambas cámaras y posibles enmiendas. En ese proceso, algunos legisladores podrían presentar modificaciones o bloquear la ley por otras consideraciones políticas. Incluso si se aprueba, el plazo de 180 días para su establecimiento implica que la implementación efectiva no comenzará antes de mediados de 2026.
Advertencias por el aumento de estafas en 2025
Al momento de la aprobación del proyecto, los datos indican que las estafas con criptomonedas podrían aumentar significativamente en 2025. El informe de ImmuneFi revela que en abril, las pérdidas por ataques y estafas ya superaron los 1,7 mil millones de dólares, mientras que en 2024, las pérdidas totales fueron de 1,49 mil millones. Esto significa que en los primeros cuatro meses de 2025, las pérdidas ya superan las del año pasado, y si la tendencia continúa, las pérdidas anuales podrían superar los 5 mil millones de dólares.
Las técnicas de estafa también evolucionan constantemente. La estafa de “matadero” se basa en ingeniería social para construir relaciones de confianza a largo plazo antes de ejecutar el fraude, logrando tasas de éxito muy altas. Plataformas falsas de inversión en criptomonedas se disfrazan de exchanges legítimos para atraer a inversores desprevenidos. Sitios de phishing imitan billeteras conocidas o protocolos DeFi para robar claves privadas. Los airdrops fraudulentos envían tokens basura para inducir a los usuarios a visitar sitios maliciosos y autorizar transacciones. La característica común de estas técnicas es aprovechar la naturaleza anónima e irreversible de las criptomonedas, de modo que, una vez ejecutado el fraude, casi no hay forma de recuperar los fondos.
El proyecto de ley exige que el grupo de trabajo desarrolle estrategias de educación pública, una medida de prevención clave. Muchas estafas tienen éxito porque las víctimas carecen de conocimientos básicos de seguridad. Enseñar a los usuarios a identificar señales comunes de fraude, proteger sus claves privadas y verificar la autenticidad de plataformas puede reducir significativamente la tasa de éxito de las estafas desde su origen.
El grupo también colaborará con gobiernos extranjeros, lo cual es crucial para combatir las estafas transnacionales. Muchas bandas de estafadores operan en el sudeste asiático o Europa del Este, y las agencias de EE. UU. tienen dificultades para alcanzarlos por sí solas. La cooperación internacional, el intercambio de inteligencia y la coordinación de acciones son esenciales para desmantelar estas redes criminales transnacionales.
Para la industria cripto, esta ley representa un arma de doble filo. Por un lado, puede mejorar la reputación del mercado en general, ya que la acción gubernamental contra las estafas fortalecerá la confianza en proyectos legítimos. Por otro lado, puede implicar mayores requisitos regulatorios, obligando a exchanges y protocolos a colaborar con investigaciones oficiales, lo que aumentará los costos operativos. Sin embargo, a largo plazo, un entorno regulatorio saludable favorece la adopción masiva de las criptomonedas, y los costos de cumplimiento en el corto plazo valen la pena para un mercado más seguro y confiable.
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¡Estados Unidos toma medidas enérgicas contra las estafas! El Senado bipartidista crea un grupo de trabajo especial en Cripto
Estados Unidos presenta un proyecto de ley bipartidista de “Seguridad en Cripto”, destinado a establecer un grupo de trabajo federal para reducir las estafas con criptomonedas. La ley requiere que el Secretario del Tesoro forme un grupo de trabajo en un plazo de 180 días tras su aprobación, cuyos miembros incluirán funcionarios gubernamentales, agencias de aplicación de la ley y representantes de la industria cripto. El grupo de trabajo deberá celebrar al menos 3 reuniones al año y presentar informes que resuman estrategias y recomendaciones regulatorias. Datos de ImmuneFi muestran que en los primeros cuatro meses de 2025, las pérdidas por estafas con criptomonedas ya superan los 1,7 mil millones de dólares.
530 mil millones de dólares en estafas crean un agujero negro que impulsa la colaboración interinstitucional
(Fuente: Senadora de EE. UU. Elissa Slotkin)
El nacimiento del proyecto de ley de “Seguridad en Cripto” surge de una cifra impactante: desde 2023, más de 530 mil millones de dólares han sido robados a través de estafas y robos con criptomonedas en todo el mundo. Ari Redbord, vicepresidente y director de políticas globales de TRM Labs, afirma: “Para hacer frente a esta amenaza, es necesario que los diferentes departamentos del gobierno colaboren estrechamente, detecten tempranamente las actividades fraudulentas, congelen y confisquen fondos dentro del marco legal, y desmantelen la infraestructura que permite que estas estafas operen a gran escala.”
El desafío actual en la aplicación de la ley radica en la fragmentación. El FBI se encarga de investigar, pero carece de experiencia en rastreo en blockchain; el Departamento del Tesoro posee inteligencia financiera, pero tiene autoridad limitada para hacer cumplir la ley; la SEC y la CFTC regulan áreas distintas, pero sus jurisdicciones a menudo se superponen y entran en conflicto; las agencias estatales actúan de manera independiente, dificultando la coordinación en casos interestatales. Esta fragmentación permite a los estafadores aprovecharse, trasladándose de una jurisdicción a otra cuando una autoridad los detecta.
El ejemplo más notorio es la estafa de “matadero”. En noviembre de 2025, el Departamento de Justicia anunció la creación de un “Equipo de lucha contra las estafas”, en colaboración con el FBI, la Oficina de Seguridad Diplomática, el Departamento del Tesoro y otras agencias, para combatir específicamente las estafas internacionales de criptomonedas originadas en China. Estas estafas, mediante plataformas falsas y suplantación de identidad, han defraudado a decenas de millones de dólares en todo el mundo en los últimos años. Sin embargo, esta colaboración interinstitucional temporal carece de una base institucional sólida; el proyecto de ley de “Seguridad en Cripto” busca institucionalizar y normalizar esta cooperación.
Las cinco tareas principales del grupo de trabajo federal
Investigar y prevenir estafas: establecer sistemas de alerta temprana, identificar nuevas técnicas de fraude, emitir advertencias
Establecer métodos interinstitucionales: unificar estándares de investigación y mecanismos de intercambio de evidencia, eliminar zonas grises en jurisdicciones
Recopilar opiniones de las partes interesadas: incluir información de primera línea de exchanges y empresas de análisis blockchain para complementar la información gubernamental
Fomentar el intercambio de información: romper barreras entre departamentos, crear plataformas seguras de intercambio de inteligencia, acelerar la resolución de casos
Recuperación y confiscación de activos: coordinar el congelamiento y la confiscación de fondos robados, aumentar la tasa de recuperación para las víctimas
Redbord opina que, si se establece este equipo, tendrá un impacto significativo en promover una mayor coordinación interinstitucional. “El proyecto de ley de ‘Seguridad en Cripto’ sienta una base importante para responder de manera más coordinada y proactiva a las estafas y robos con criptomonedas.” Esta valoración proviene de representantes de la industria que podrían integrarse en el grupo de trabajo, mostrando una actitud receptiva del sector hacia esta iniciativa.
Un momento raro de colaboración bipartidista
En el actual entorno político polarizado en EE. UU., es muy inusual que ambos partidos presenten conjuntamente un proyecto de ley. La senadora Slotkin es demócrata, mientras que Moran es republicano; su colaboración trasciende las diferencias partidistas, evidenciando que la gravedad del problema de las estafas cripto ha logrado un consenso bipartidista. “Nuestra legislación establecerá un grupo de trabajo para fortalecer la coordinación entre agencias gubernamentales, fuerzas del orden y el sector financiero, con el fin de identificar y combatir las fraudes con criptomonedas”, enfatiza la declaración del senador Moran, subrayando la necesidad de cooperación.
Detrás de esta colaboración bipartidista hay una realidad de presión de los votantes. Las víctimas de estafas con criptomonedas están en todos los estados y niveles sociales, desde jóvenes inversores hasta ancianos que pierden sus ahorros de jubilación. Cuando los votantes sufren pérdidas significativas, no les importa quién gobierna, solo exigen acción. Esta presión pública transpartidista hace que las estafas cripto sean uno de los temas que más pueden motivar la cooperación entre partidos.
No obstante, el proyecto de ley aún enfrenta incertidumbres para su aprobación definitiva. Aunque los proponentes muestran buena voluntad, el proceso incluye revisión en comités, votaciones en ambas cámaras y posibles enmiendas. En ese proceso, algunos legisladores podrían presentar modificaciones o bloquear la ley por otras consideraciones políticas. Incluso si se aprueba, el plazo de 180 días para su establecimiento implica que la implementación efectiva no comenzará antes de mediados de 2026.
Advertencias por el aumento de estafas en 2025
Al momento de la aprobación del proyecto, los datos indican que las estafas con criptomonedas podrían aumentar significativamente en 2025. El informe de ImmuneFi revela que en abril, las pérdidas por ataques y estafas ya superaron los 1,7 mil millones de dólares, mientras que en 2024, las pérdidas totales fueron de 1,49 mil millones. Esto significa que en los primeros cuatro meses de 2025, las pérdidas ya superan las del año pasado, y si la tendencia continúa, las pérdidas anuales podrían superar los 5 mil millones de dólares.
Las técnicas de estafa también evolucionan constantemente. La estafa de “matadero” se basa en ingeniería social para construir relaciones de confianza a largo plazo antes de ejecutar el fraude, logrando tasas de éxito muy altas. Plataformas falsas de inversión en criptomonedas se disfrazan de exchanges legítimos para atraer a inversores desprevenidos. Sitios de phishing imitan billeteras conocidas o protocolos DeFi para robar claves privadas. Los airdrops fraudulentos envían tokens basura para inducir a los usuarios a visitar sitios maliciosos y autorizar transacciones. La característica común de estas técnicas es aprovechar la naturaleza anónima e irreversible de las criptomonedas, de modo que, una vez ejecutado el fraude, casi no hay forma de recuperar los fondos.
El proyecto de ley exige que el grupo de trabajo desarrolle estrategias de educación pública, una medida de prevención clave. Muchas estafas tienen éxito porque las víctimas carecen de conocimientos básicos de seguridad. Enseñar a los usuarios a identificar señales comunes de fraude, proteger sus claves privadas y verificar la autenticidad de plataformas puede reducir significativamente la tasa de éxito de las estafas desde su origen.
El grupo también colaborará con gobiernos extranjeros, lo cual es crucial para combatir las estafas transnacionales. Muchas bandas de estafadores operan en el sudeste asiático o Europa del Este, y las agencias de EE. UU. tienen dificultades para alcanzarlos por sí solas. La cooperación internacional, el intercambio de inteligencia y la coordinación de acciones son esenciales para desmantelar estas redes criminales transnacionales.
Para la industria cripto, esta ley representa un arma de doble filo. Por un lado, puede mejorar la reputación del mercado en general, ya que la acción gubernamental contra las estafas fortalecerá la confianza en proyectos legítimos. Por otro lado, puede implicar mayores requisitos regulatorios, obligando a exchanges y protocolos a colaborar con investigaciones oficiales, lo que aumentará los costos operativos. Sin embargo, a largo plazo, un entorno regulatorio saludable favorece la adopción masiva de las criptomonedas, y los costos de cumplimiento en el corto plazo valen la pena para un mercado más seguro y confiable.