Alphabet superó obstáculos significativos para ofrecer retornos excepcionales en 2025
Cuando comenzó 2025, Alphabet(NASDAQ: GOOG)(NASDAQ: GOOGL) enfrentaba una crisis de credibilidad. Los inversores cuestionaban si el gigante de las búsquedas podría mantener su relevancia en un panorama dominado por la IA. La valoración de la compañía reflejaba este pesimismo—en un momento de abril, la acción cotizaba a solo 14 veces las ganancias futuras, una valoración típicamente reservada para empresas en dificultades en lugar de líderes de la industria tecnológica.
El escepticismo tenía raíces legítimas. El dominio de Google Search parecía amenazado por nuevos competidores en IA. ChatGPT de OpenAI, junto con alternativas como Perplexity y Claude, aparentemente superaban al modelo Gemini de Alphabet. Además, los litigios antimonopolio proyectaban una sombra sobre la estructura y rentabilidad futura de la compañía. Se decía que, dividida o fuertemente regulada, los días dorados de Alphabet podrían haber quedado atrás.
Sin embargo, 2025 demostró que los escépticos estaban equivocados. La acción subió un 65%, superando a gigantes tecnológicos como Apple, Microsoft, Amazon e incluso Nvidia—un giro notable impulsado por un cambio fundamental en el sentimiento del mercado.
Cómo Alphabet silenció a sus críticos
El punto de inflexión llegó a través de una serie de desarrollos positivos que resolvieron las preocupaciones de los inversores una por una. En septiembre, fallos favorables en las decisiones judiciales sobre el caso de monopolio indicaron que Google Search sobreviviría a la supervisión regulatoria en gran medida intacta. En lugar de ser desmantelada, la compañía enfrentó solo concesiones menores.
Al mismo tiempo, el enfoque de Alphabet para integrar IA generativa en la búsqueda resultó inspirado. Al incorporar resúmenes generados por IA directamente en los resultados tradicionales, la compañía creó un modelo híbrido que mejoró en lugar de canibalizar su producto principal. Esta estrategia preservó el liderazgo de Google en el mercado mientras abordaba la oportunidad de la IA.
La aparición de Gemini como un competidor creíble sacudió la industria de la IA. Las rápidas mejoras del modelo supuestamente generaron preocupación en las empresas competidoras, validando las capacidades técnicas de Alphabet en un área en la que los inversores habían dudado.
A medida que estas dudas desaparecían, las valoraciones del mercado se ajustaron en consecuencia. El múltiplo PE de Alphabet se expandió desde niveles de crisis hasta aproximadamente 30 veces las ganancias futuras, alineándose con las valoraciones de sus pares y permitiendo que el rendimiento del negocio subyacente impulsara la apreciación de las acciones.
La oportunidad TPU: un posible nuevo motor de crecimiento
Más allá de defender su posición actual, Alphabet está explorando una fuente de ingresos verdaderamente novedosa. La compañía ha desarrollado una unidad de procesamiento tensorial propia (TPU) en colaboración con Broadcom, originalmente diseñada exclusivamente para uso interno. Actualmente, las empresas externas solo pueden acceder a estas unidades mediante alquileres a través de Google Cloud.
Sin embargo, la perspectiva de vender TPUs directamente a empresas como Meta Platforms representa una oportunidad de negocio completamente diferente. Tal movimiento crearía una unidad de hardware dedicada, posicionando a Alphabet para aprovechar la creciente demanda de infraestructura de IA y diversificar los ingresos más allá de la publicidad y los servicios en la nube.
Si esta iniciativa se materializa en 2026, junto con una expansión sólida en las operaciones principales—la compañía reportó un crecimiento del 16% en ingresos y un aumento del 35% en ganancias diluidas por acción en el tercer trimestre—Alphabet podría entrar en una fase de fuerte crecimiento.
Qué significa esto para 2026 y más allá
Predecir el rendimiento de Alphabet en 2026 requiere moderar las expectativas. La apreciación del 65% en 2025 estableció un estándar alto; igualar ese rendimiento sería un desafío incluso para una empresa orientada al crecimiento. Sin embargo, la conjunción de la resolución de obstáculos comerciales, valoraciones normalizadas y posibles nuevas iniciativas de ingresos sugiere que Alphabet puede ofrecer retornos superiores al mercado sin repetir las ganancias explosivas de 2025.
La compañía ahora cotiza a valoraciones comparables con otras empresas tecnológicas de calidad, lo que significa que la futura apreciación de las acciones dependerá más de la ejecución que de la expansión de múltiplos. En ese aspecto, Alphabet ha demostrado mejoras creíbles en búsqueda, IA y operaciones en la nube. Si la iniciativa de TPU se lanza con éxito y el crecimiento de los ingresos principales mantiene su trayectoria de dos dígitos, la empresa parece bien posicionada para emerger entre las mayores corporaciones del mundo de cara a 2026.
Aunque el rendimiento pasado no garantiza resultados futuros, la resolución de las incertidumbres previas de Alphabet combinada con oportunidades de crecimiento genuinas ofrece una tesis de inversión defendible para el próximo año.
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¿Capturará Alphabet las principales ganancias del mercado en 2026? Un caso de inversión que vale la pena considerar
Alphabet superó obstáculos significativos para ofrecer retornos excepcionales en 2025
Cuando comenzó 2025, Alphabet(NASDAQ: GOOG)(NASDAQ: GOOGL) enfrentaba una crisis de credibilidad. Los inversores cuestionaban si el gigante de las búsquedas podría mantener su relevancia en un panorama dominado por la IA. La valoración de la compañía reflejaba este pesimismo—en un momento de abril, la acción cotizaba a solo 14 veces las ganancias futuras, una valoración típicamente reservada para empresas en dificultades en lugar de líderes de la industria tecnológica.
El escepticismo tenía raíces legítimas. El dominio de Google Search parecía amenazado por nuevos competidores en IA. ChatGPT de OpenAI, junto con alternativas como Perplexity y Claude, aparentemente superaban al modelo Gemini de Alphabet. Además, los litigios antimonopolio proyectaban una sombra sobre la estructura y rentabilidad futura de la compañía. Se decía que, dividida o fuertemente regulada, los días dorados de Alphabet podrían haber quedado atrás.
Sin embargo, 2025 demostró que los escépticos estaban equivocados. La acción subió un 65%, superando a gigantes tecnológicos como Apple, Microsoft, Amazon e incluso Nvidia—un giro notable impulsado por un cambio fundamental en el sentimiento del mercado.
Cómo Alphabet silenció a sus críticos
El punto de inflexión llegó a través de una serie de desarrollos positivos que resolvieron las preocupaciones de los inversores una por una. En septiembre, fallos favorables en las decisiones judiciales sobre el caso de monopolio indicaron que Google Search sobreviviría a la supervisión regulatoria en gran medida intacta. En lugar de ser desmantelada, la compañía enfrentó solo concesiones menores.
Al mismo tiempo, el enfoque de Alphabet para integrar IA generativa en la búsqueda resultó inspirado. Al incorporar resúmenes generados por IA directamente en los resultados tradicionales, la compañía creó un modelo híbrido que mejoró en lugar de canibalizar su producto principal. Esta estrategia preservó el liderazgo de Google en el mercado mientras abordaba la oportunidad de la IA.
La aparición de Gemini como un competidor creíble sacudió la industria de la IA. Las rápidas mejoras del modelo supuestamente generaron preocupación en las empresas competidoras, validando las capacidades técnicas de Alphabet en un área en la que los inversores habían dudado.
A medida que estas dudas desaparecían, las valoraciones del mercado se ajustaron en consecuencia. El múltiplo PE de Alphabet se expandió desde niveles de crisis hasta aproximadamente 30 veces las ganancias futuras, alineándose con las valoraciones de sus pares y permitiendo que el rendimiento del negocio subyacente impulsara la apreciación de las acciones.
La oportunidad TPU: un posible nuevo motor de crecimiento
Más allá de defender su posición actual, Alphabet está explorando una fuente de ingresos verdaderamente novedosa. La compañía ha desarrollado una unidad de procesamiento tensorial propia (TPU) en colaboración con Broadcom, originalmente diseñada exclusivamente para uso interno. Actualmente, las empresas externas solo pueden acceder a estas unidades mediante alquileres a través de Google Cloud.
Sin embargo, la perspectiva de vender TPUs directamente a empresas como Meta Platforms representa una oportunidad de negocio completamente diferente. Tal movimiento crearía una unidad de hardware dedicada, posicionando a Alphabet para aprovechar la creciente demanda de infraestructura de IA y diversificar los ingresos más allá de la publicidad y los servicios en la nube.
Si esta iniciativa se materializa en 2026, junto con una expansión sólida en las operaciones principales—la compañía reportó un crecimiento del 16% en ingresos y un aumento del 35% en ganancias diluidas por acción en el tercer trimestre—Alphabet podría entrar en una fase de fuerte crecimiento.
Qué significa esto para 2026 y más allá
Predecir el rendimiento de Alphabet en 2026 requiere moderar las expectativas. La apreciación del 65% en 2025 estableció un estándar alto; igualar ese rendimiento sería un desafío incluso para una empresa orientada al crecimiento. Sin embargo, la conjunción de la resolución de obstáculos comerciales, valoraciones normalizadas y posibles nuevas iniciativas de ingresos sugiere que Alphabet puede ofrecer retornos superiores al mercado sin repetir las ganancias explosivas de 2025.
La compañía ahora cotiza a valoraciones comparables con otras empresas tecnológicas de calidad, lo que significa que la futura apreciación de las acciones dependerá más de la ejecución que de la expansión de múltiplos. En ese aspecto, Alphabet ha demostrado mejoras creíbles en búsqueda, IA y operaciones en la nube. Si la iniciativa de TPU se lanza con éxito y el crecimiento de los ingresos principales mantiene su trayectoria de dos dígitos, la empresa parece bien posicionada para emerger entre las mayores corporaciones del mundo de cara a 2026.
Aunque el rendimiento pasado no garantiza resultados futuros, la resolución de las incertidumbres previas de Alphabet combinada con oportunidades de crecimiento genuinas ofrece una tesis de inversión defendible para el próximo año.