A pesar de los cambios en las políticas y el endurecimiento regulatorio en Estados Unidos y Europa, el dinero sigue fluyendo hacia activos enfocados en el clima. ¿Qué está impulsando esto? La expansión de la infraestructura de IA está generando una demanda energética masiva. Centros de datos, granjas de GPU, redes blockchain: todos necesitan energía, y las soluciones energéticas respetuosas con el clima se están convirtiendo en la opción preferida. Los inversores institucionales no esperan a que los gobiernos se pongan al día. Están apostando por la historia de la infraestructura energética antes de que se vuelva algo convencional.
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A pesar de los cambios en las políticas y el endurecimiento regulatorio en Estados Unidos y Europa, el dinero sigue fluyendo hacia activos enfocados en el clima. ¿Qué está impulsando esto? La expansión de la infraestructura de IA está generando una demanda energética masiva. Centros de datos, granjas de GPU, redes blockchain: todos necesitan energía, y las soluciones energéticas respetuosas con el clima se están convirtiendo en la opción preferida. Los inversores institucionales no esperan a que los gobiernos se pongan al día. Están apostando por la historia de la infraestructura energética antes de que se vuelva algo convencional.