Queridos todos, con la Navidad a la vista, el mercado de criptomonedas está sorprendentemente frío. Bitcoin cayó un 22.8% en el cuarto trimestre, y no pudo mantener la barrera de 85,000 dólares, con una pérdida del 5% desde principios de año. En cambio, el oro subió un 69%, formando una diferencia abismal.

Actualmente, las voces en el mercado son muy variadas; algunos dicen que habrá un rebote después de las fiestas, otros que la tendencia bajista se acelerará. Quiero analizarlo desde otra perspectiva, y la conclusión puede romper tus esquemas: sin duda habrá un rebote a corto plazo, pero el problema es que, después del rebote, no será una caída rápida, sino esa especie de "agua caliente que cocina lentamente a la rana" en la bajada gradual.

¿Por qué necesariamente ocurrirá un rebote a corto plazo? Hay dos razones. La primera es la escasez de liquidez. Durante las vacaciones de Navidad, la participación en los mercados globales disminuye drásticamente, y con solo algo de capital entrando, se puede mover el precio. Desde el análisis de la actividad de liquidación, en el rango de 90,000 a 95,000 dólares, los cortos están especialmente concentrados; con un poco de compra, se puede activar el stop-loss, y el precio naturalmente sube.

La segunda es la lucha en el mercado de opciones. Las grandes instituciones ahora tienen una exposición gamma de 300 millones de dólares, bloqueando el precio entre 85,000 y 90,000 dólares. Cuando llegue la fecha de vencimiento de las opciones, esta presión se liberará, y lo más probable es que haya una ruptura al alza—los grandes jugadores primero inducen la compra para luego poder hacer una caída controlada.

Pero aquí hay un giro clave: ¿por qué después del rebote no será una caída en picado sino una aceleración bajista? Muchos piensan que, si no hay demanda, la caída será rápida. Tras analizar las tres últimas fases de mercado bajista, en realidad hay tres etapas: la fase de caída rápida (que estamos viviendo ahora), luego la fase de caída gradual (que comienza tras el rebote), y finalmente, una repetición en los mínimos. Aunque la demanda se está reduciendo, todavía no alcanza el nivel de "pánico y venta masiva", por lo que no se verá una caída acelerada.