UST una noche en cero, XUSD cae un 77% en un solo día—cada vez que hay una explosión en el mercado, apunta a la misma cuestión dolorosa: ¿son realmente estables los activos que llamamos "estables"?

Esa caída no es misteriosa. La vulnerabilidad de UST es simple: dependía de un ciclo de doble token que solo funciona en condiciones ideales. En el momento en que el mercado reaccionó en contra, todo el mecanismo se derrumbó como una casa de naipes en un instante. Lo más cruel es que los usuarios ni siquiera sabían si los colaterales existían realmente, ni tuvieron oportunidad de salvarse cuando la tormenta se acercaba, solo podían ver cómo los números en sus cuentas desaparecían.

Esta lección sangrienta cambió la mentalidad del mercado. El modelo basado únicamente en "fe" y algoritmos complejos ya está obsoleto. La industria ha comenzado a explorar nuevos sistemas de defensa: con sobrecolateralización como base, mecanismos de liquidación automática como cortafuegos, y liquidez multichain como vía de emergencia. El objetivo de esta estrategia es claro: no solo mantener la estabilidad, sino también sobrevivir.

Los competidores de la nueva generación de stablecoins avanzan cada vez más en esta dirección. Quieren lograr no solo la promesa de "no colapsar", sino también activos que puedan autofinanciarse y operar de manera continua. De una defensa pasiva a una evolución activa, quizás esa sea la clave para la supervivencia de las stablecoins en la próxima era.