Cabe destacar cuántos participantes del mercado pasan por alto un patrón crítico: cuando el RSI mensual de cualquier activo—ya sea de commodities tradicionales o cripto—llega a 90 o más, los datos históricos nos indican que una corrección es casi inevitable, independientemente de lo fuertes que parezcan los fundamentos. Toma como recordatorio el colapso del cobre en 2006 o la caída del platino en 2008. El gráfico no miente, incluso si la narrativa sugiere lo contrario. Esta condición de sobrecompra ha precedido consistentemente a retrocesos significativos en diferentes ciclos de mercado y clases de activos. Los traders que ignoran esta realidad técnica a menudo se encuentran desprevenidos cuando el impulso finalmente se invierte.