Empiezas a sentir pena por los adultos que alguna vez no podías entender por qué siempre parecían tan gruñones cuando eras niño.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Empiezas a sentir pena por los adultos que alguna vez no podías entender por qué siempre parecían tan gruñones cuando eras niño.