Los últimos datos del CME han llegado, son un poco dolorosos: las expectativas del mercado sobre un recorte de tasas de La Reserva Federal (FED) en enero han caído en picada, la probabilidad ya ha bajado al 22.1%. ¿Qué tan rápida ha sido esta transformación? Indica que la mentalidad del mercado ha cambiado.

Los puntos de inflexión clave aparecieron en dos lugares. Primero, la declaración del vicepresidente de La Reserva Federal (FED), Williams, quien advirtió que la inflación podría estar subestimada. Esta frase suena común, pero el significado subyacente es claro: los datos económicos podrían ser más severos de lo que los números superficiales indican, y las altas tasas de interés deberán mantenerse. Cuando el mercado escuchó esto, las expectativas de recortes en las tasas de interés se enfriaron de inmediato.

Otro nivel es el juego entre la Casa Blanca y la Reserva Federal (FED). La reducción de tasas de interés no es solo un problema económico, también implica un equilibrio entre la presión política y la independencia del banco central. Esta incertidumbre hace que cualquier predicción parezca poco confiable.

El mercado parece muy tranquilo en la superficie, pero esta calma es peligrosa. Tanto los toros como los osos están esperando dos cosas: qué dirá Powell esta noche y los datos de inflación y empleo que seguirán. Una vez que cualquiera de las partes dé una señal clara, el mercado podría estallar instantáneamente. No es calma chicha, es el silencio antes de la tormenta.

La lógica de la reciente volatilidad de variedades como BTC, UNI y ZEC está aquí. Los que hacen trading saben que los mayores movimientos del mercado suelen ocurrir en el momento en que las expectativas del mercado son altamente coherentes y luego se rompen por completo. La situación actual es precisamente ese momento.