Casi quedo fuera por completo esta mañana.

Dormí hasta despertarme naturalmente, y en el momento en que cogí el móvil, todavía estaba aturdido. En una transmisión en vivo, el presentador estaba dando señales de compra y venta. Sin que mi cerebro reaccionara, ya había actuado—una apuesta total en corto. Cuando la ganancia flotante mostró 20U, incluso me sentí un poco eufórico.

Al siguiente segundo, el mercado se disparó en la dirección opuesta. Frente a la pantalla, sudé frío.

Este es el día 28 de trading a tiempo completo. Ya me he impuesto muchas reglas: detener las pérdidas, rechazar copiar operaciones, no jugar a la suerte. ¿Y qué pasó? En la 1001ª vez, perdí contra el mismo oponente—la persona en el espejo.

En realidad, esto no tiene nada que ver con la técnica.

¿Dónde está el problema? Temía que me barreran el stop-loss, así que simplemente no lo ponía. Pensaba que si la dirección era correcta, podía aguantar incluso con pérdidas flotantes. Me animaba diciendo "cierra manualmente", pero en realidad no quería cortar cuando perdía. Mi cabeza estaba llena de fantasías: espera un poco más, seguro que recupero.

Así, paso a paso, las pequeñas pérdidas se convirtieron en grandes pérdidas, y las grandes pérdidas en una larga resistencia. La ansiedad subió, la capacidad de juicio se desplomó, e incluso empecé a aumentar en contra de la tendencia para promediar. ¿El final? El margen de garantía se agotó, la pantalla parpadeó, y la cuenta quedó en ceros.

Puedes ganar 100 veces, 1000 veces, y el mercado no te importará. Pero solo necesitas perder una vez, y serás expulsado.

La verdad más dolorosa de este mercado es que nunca castiga tu falta de conocimiento, sino cada vez que te dices a ti mismo: "Esta vez será diferente".

Tras innumerables luchas conmigo mismo, finalmente entendí una cosa: para vivir más tiempo, no basta con tener una lanza afilada. Primero debes construir una línea de defensa sólida—un escudo lo suficientemente grueso, para que, por mucho que cometas errores, no vuelvas a cero de la noche a la mañana. Esa es la verdadera sabiduría en el trading.