El mundo del boxeo está en ebullición después de que Francis Ngannou lanzara un llamamiento público a Deontay Wilder. En lugar de dejar que se pierda en el ruido de las redes sociales, el Bronze Bomber ha dejado una cosa clara: está interesado. “Creo que es una pelea de infarto”, me dijo Wilder directamente. “Es el momento, y siento lo mismo. Hagámoslo realidad.”
Esta respuesta marca un cambio para Wilder, quien normalmente mantiene un perfil bajo fuera del ring. Cuando llegó el desafío de Ngannou, sin embargo, el mensaje resonó. A diferencia de los peleadores que se desvían o juegan con los posibles oponentes, Wilder se acercó directamente—una señal de que el momento, el dinero y el interés competitivo se alinean perfectamente para un enfrentamiento en peso pesado.
El Caso Financiero
En las etapas actuales de sus carreras, ambos hombres han superado la necesidad de demostrar algo a los escépticos. Wilder defendió el título mundial de peso pesado del WBC 10 veces y protagonizó algunas de las secuencias de nocaut más impresionantes del boxeo. Ngannou causó sensación en el mundo del boxeo al sorprender a Tyson Fury en su debut y luchar hasta el final—un logro notable para alguien que transita desde el octágono de la UFC.
Lo que impulsa ahora el interés no es el ego. “Hay una bolsa esperando esa pelea”, dijo Wilder con una sonrisa. “A estas alturas, de eso se trata. Hay que cobrar. La escalada ya terminó. Seguimos subiendo, pero el dinero es la realidad.” Un enfrentamiento entre dos pesos pesados crossover con credenciales legítimas de nocaut requeriría un respaldo financiero serio y atractivo para la audiencia.
El Lugar que Podría Cambiar Todo
Wilder no ha descartado tampoco las opciones en el extranjero. De hecho, ha lanzado una idea que evoca la historia del boxeo: realizar la pelea en África. “Hombre, incluso podemos ir más allá y volver a la tierra natal”, reflexionó Wilder. “Si hiciéramos eso en África—Nigeria o Camerún—sería increíble. Sería un momento.” La referencia a la “Rumble in the Jungle” de 1974 no fue casual. Una pelea en ese continente capturaría algo más allá del deporte.
Leer al Oponente
Aunque sus encuentros en el gimnasio han sido breves, Wilder confirmó lo que cualquier peleador hace de forma natural en esos momentos: evaluación mutua. “Un peleador siempre está midiendo al otro”, explicó. “Yo lo estaba evaluando, y sé que él hacía lo mismo. Eso es lo que hacemos.” Para Wilder, sin embargo, esa evaluación ha pasado de ser una rivalidad a una oportunidad de análisis.
El Estado de Preparación
La mentalidad de Wilder al entrar en esta posible negociación tiene peso. Ha enfatizado que su cuerpo se ha recuperado completamente de lesiones previas—especialmente en su hombro, que ya está a plena fuerza. “Me siento mucho mejor ahora”, reflexionó. “Mi cuerpo está al 100 por ciento recuperado. Mental, física y emocionalmente—ha sido un camino largo, pero estoy en un buen lugar. Estoy viviendo en mi verdad.”
Al preguntarle por su rendimiento más reciente contra Tyrrell Herndon en junio, Wilder se calificó a sí mismo con un “B o B-minus”, sugiriendo que aún hay margen de mejora y que el hambre sigue presente. Sin embargo, sus comentarios indican que está contemplando al menos dos peleas importantes más en el horizonte.
El escenario está preparado. Dos titanes del peso pesado con reclamos legítimos a la grandeza, el máximo incentivo financiero y el momento adecuado. Ya sea Wilder contra Ngannou, el mundo del boxeo estará observando de cerca.
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Cuando el poder encuentra la oportunidad: Wilder listo para aceptar el desafío de Ngannou
El mundo del boxeo está en ebullición después de que Francis Ngannou lanzara un llamamiento público a Deontay Wilder. En lugar de dejar que se pierda en el ruido de las redes sociales, el Bronze Bomber ha dejado una cosa clara: está interesado. “Creo que es una pelea de infarto”, me dijo Wilder directamente. “Es el momento, y siento lo mismo. Hagámoslo realidad.”
Esta respuesta marca un cambio para Wilder, quien normalmente mantiene un perfil bajo fuera del ring. Cuando llegó el desafío de Ngannou, sin embargo, el mensaje resonó. A diferencia de los peleadores que se desvían o juegan con los posibles oponentes, Wilder se acercó directamente—una señal de que el momento, el dinero y el interés competitivo se alinean perfectamente para un enfrentamiento en peso pesado.
El Caso Financiero
En las etapas actuales de sus carreras, ambos hombres han superado la necesidad de demostrar algo a los escépticos. Wilder defendió el título mundial de peso pesado del WBC 10 veces y protagonizó algunas de las secuencias de nocaut más impresionantes del boxeo. Ngannou causó sensación en el mundo del boxeo al sorprender a Tyson Fury en su debut y luchar hasta el final—un logro notable para alguien que transita desde el octágono de la UFC.
Lo que impulsa ahora el interés no es el ego. “Hay una bolsa esperando esa pelea”, dijo Wilder con una sonrisa. “A estas alturas, de eso se trata. Hay que cobrar. La escalada ya terminó. Seguimos subiendo, pero el dinero es la realidad.” Un enfrentamiento entre dos pesos pesados crossover con credenciales legítimas de nocaut requeriría un respaldo financiero serio y atractivo para la audiencia.
El Lugar que Podría Cambiar Todo
Wilder no ha descartado tampoco las opciones en el extranjero. De hecho, ha lanzado una idea que evoca la historia del boxeo: realizar la pelea en África. “Hombre, incluso podemos ir más allá y volver a la tierra natal”, reflexionó Wilder. “Si hiciéramos eso en África—Nigeria o Camerún—sería increíble. Sería un momento.” La referencia a la “Rumble in the Jungle” de 1974 no fue casual. Una pelea en ese continente capturaría algo más allá del deporte.
Leer al Oponente
Aunque sus encuentros en el gimnasio han sido breves, Wilder confirmó lo que cualquier peleador hace de forma natural en esos momentos: evaluación mutua. “Un peleador siempre está midiendo al otro”, explicó. “Yo lo estaba evaluando, y sé que él hacía lo mismo. Eso es lo que hacemos.” Para Wilder, sin embargo, esa evaluación ha pasado de ser una rivalidad a una oportunidad de análisis.
El Estado de Preparación
La mentalidad de Wilder al entrar en esta posible negociación tiene peso. Ha enfatizado que su cuerpo se ha recuperado completamente de lesiones previas—especialmente en su hombro, que ya está a plena fuerza. “Me siento mucho mejor ahora”, reflexionó. “Mi cuerpo está al 100 por ciento recuperado. Mental, física y emocionalmente—ha sido un camino largo, pero estoy en un buen lugar. Estoy viviendo en mi verdad.”
Al preguntarle por su rendimiento más reciente contra Tyrrell Herndon en junio, Wilder se calificó a sí mismo con un “B o B-minus”, sugiriendo que aún hay margen de mejora y que el hambre sigue presente. Sin embargo, sus comentarios indican que está contemplando al menos dos peleas importantes más en el horizonte.
El escenario está preparado. Dos titanes del peso pesado con reclamos legítimos a la grandeza, el máximo incentivo financiero y el momento adecuado. Ya sea Wilder contra Ngannou, el mundo del boxeo estará observando de cerca.