La forma en que el streaming transforma las finanzas: por qué los pagos en tiempo real están redefiniendo el movimiento de dinero

Durante dos décadas, hemos visto cómo la transmisión en línea revolucionó el consumo de medios. Netflix eliminó la necesidad de alquilar DVDs. Spotify hizo que descargar canciones fuera obsoleto. Sin embargo, nuestro sistema financiero todavía funciona como internet de conexión dial-up — lento, por lotes y fragmentado. Ahora, las stablecoins están llevando la revolución de la transmisión a la propia moneda.

El problema: seguimos descargando nuestros pagos

La infraestructura de pagos heredada no fue diseñada para la velocidad. Las transferencias ACH en EE. UU. requieren de 1 a 3 días hábiles para liquidarse. Las transferencias bancarias son más rápidas, pero con tarifas elevadas y restricciones rígidas en horario laboral. Aplicaciones para consumidores como Venmo y Cash App ofrecen interfaces elegantes, pero son simplemente maquillaje en un sistema bancario obsoleto.

Este roce tiene consecuencias reales. Los trabajadores esperan dos semanas entre pagos — una reliquia de las prácticas de nómina de los años 50 — mientras efectivamente extienden préstamos sin intereses a sus empleadores. Quienes luchan por cerrar la brecha recurren a proveedores de Acceso a Salarios Ganados (EWA), pagando $1–$6 por adelanto. Para los trabajadores con bajos salarios, estos costos se acumulan rápidamente, creando un ciclo vicioso.

Mientras tanto, las remesas internacionales enfrentan cuellos de botella similares. Las transferencias transfronterizas toman días y pierden valor a través de intermediarios. Los equipos globales que trabajan en diferentes zonas horarias no pueden acceder a fondos cuando los necesitan. El sistema no fue construido para una economía sin fronteras y siempre activa.

Stablecoins: moneda digital a velocidad de transmisión

Las stablecoins — tokens criptográficos respaldados 1:1 con el dólar estadounidense — operan en blockchains públicas donde se mueven globalmente, instantáneamente, y se liquidan con finalización. No hay período de espera. No hay riesgo de contracargo. Sin intermediarios costosos que extraen tarifas en cada paso.

La escala ya es asombrosa. Solo en 2024, $11 billones en volumen de stablecoins fluyeron a través de blockchains públicas. Activos principales como USD Coin (USDC) y Tether (USDT) impulsan remesas, comercio electrónico, infraestructura de mercados de capital y aplicaciones financieras emergentes en la intersección de IA y automatización.

¿Qué diferencia a las stablecoins de iniciativas más nuevas como FedNow o redes de Pagos en Tiempo Real? La accesibilidad y el diseño permissionless. FedNow requiere integración bancaria y sigue siendo centrado en EE. UU. Las stablecoins funcionan donde haya conexión a internet. Desarrolladores y empresas construyen sobre ellas sin solicitar permisos especiales. Operan 24/7 — sin ventanas de liquidación, sin horarios comerciales.

Reimaginando la nómina: pago por segundo

La revolución de la nómina impulsada por stablecoins basadas en blockchain ya está en marcha. Organizaciones autónomas descentralizadas (DAOs), startups con enfoque remoto y equipos distribuidos globalmente están experimentando con distribución de salarios en tiempo real.

Imagina que los trabajadores reciban su compensación instantáneamente — no quincenalmente, no diariamente, sino segundo a segundo a medida que se crea valor. Las stablecoins programables hacen esto posible. Las empresas programan flujos de pago que se ejecutan de forma continua, automática y transparente. Las tarifas de EWA desaparecen. La dinámica empleador-empleado cambia cuando los trabajadores acceden a sus ganancias en tiempo real.

Esto no es teórico. Está sucediendo ahora en organizaciones Web3 que necesitan nóminas rápidas, sin fronteras, sin infraestructura bancaria tradicional.

Por qué la industria financiera debe adaptarse

Así como la transmisión no solo mejoró la entrega de medios — sino que reestructuró completamente cómo fluye el valor desde los creadores a los consumidores — las stablecoins representan mucho más que una mejora incremental en los pagos. Están redefiniendo la infraestructura fundamental del movimiento de dinero.

La transición a rails financieros en tiempo real, basados en transmisión, es inevitable. Nadie quiere esperar tres días para una canción o video. Pronto, la misma expectativa se aplicará al dinero. Esperar tres días para recibir un salario, liquidar una operación o enviar fondos internacionalmente será tan arcaico como bufferizar un video de YouTube.

Los bancos y las instituciones financieras tradicionales enfrentan una elección: adaptarse a este cambio o arriesgarse a volverse obsoletos. Las stablecoins ofrecen eficiencia de costos, acceso global, programabilidad y velocidad que los sistemas heredados no pueden igualar. A medida que los agentes de IA automatizan cada vez más las operaciones financieras, las stablecoins se convierten en la moneda natural para flujos de trabajo autónomos en back-office.

El sistema financiero ya está en transmisión. La única pregunta es si los incumbentes liderarán la transición o se convertirán en reliquias de la era de descarga.