Mientras el mercado aún se tambalea por las noticias de que el Banco Central de Japón subirá los tipos de interés, los datos en la cadena cuentan otra historia: las ballenas están silenciosamente posicionándose en stablecoins, como si tuvieran un conocimiento previo del próximo guion.

Esta ronda de subida de tipos en realidad no es tan simple. A simple vista, el aumento del 0.25% ciertamente desencadenó una reacción en cadena de arbitrajes en yenes, pero quienes conocen el mercado saben bien que esto es solo el comienzo. La clave está en que el mercado debe prestar atención a la tendencia del rendimiento de los bonos del gobierno japonés a 10 años (JP10Y): esta cuerda cada vez está más tensa, como un resorte al límite, listo para rebotar en cualquier momento.

Lo realmente interesante es la próxima jugada del banco central. Formalmente, busca apretar la política monetaria, pero en secreto podría reactivar o ajustar ligeramente el control de la curva de rendimiento (YCC). La lógica es simple: para Japón, que lleva una pesada carga de deuda, el descontrol de las tasas a largo plazo sería catastrófico. Cuando el JP10Y alcance un nivel de alerta, es muy probable que el banco central utilice herramientas como la compra de bonos para estabilizar la situación.

Por eso, las ballenas en la cadena están acumulando stablecoins silenciosamente. Cuando la política del banco central oscila entre "apretón" y "estímulo al crecimiento", la propiedad de refugio de las stablecoins se vuelve especialmente valiosa. El guion típico del mercado es que, tras una mala noticia, haya un rebote a corto plazo y una fase de consolidación, pero las verdaderas oportunidades suelen estar escondidas tras estas volatilidades. Quienes se preparan con anticipación ya ocupan una posición más ventajosa.