El último Presupuesto del Reino Unido ha provocado cambios significativos en el diseño de la política de pensiones. Los expertos en pensiones están señalando un problema crítico: los esquemas de sacrificio salarial—que históricamente han sido una piedra angular de los incentivos para la planificación de la jubilación—han sido sustancialmente debilitados en la reforma. Este cambio de política tiene implicaciones reales. Al reducir las ventajas fiscales vinculadas a las contribuciones por sacrificio salarial, el gobierno ha eliminado inadvertidamente un motivador clave para que los trabajadores prioricen los ahorros a largo plazo para la jubilación. Los asesores financieros advierten que menos incentivos suelen conducir a tasas de participación más bajas en los esquemas de pensiones, lo que podría transformar el comportamiento de ahorro de los hogares en todo el Reino Unido. Los efectos económicos en cadena merecen una atención cercana de quienes estén preocupados por las estrategias de acumulación de riqueza durante los ciclos del mercado.