Aprovechando el fin de año, hablemos de las compras y ventas de los últimos año y medio.

Para ser honesto, el objetivo que me puse cuando entré el año pasado era muy simple: recuperar las pérdidas del año antepasado. Suena bien, ¿verdad? ¿Y qué pasó? El 2025 terminó, no solo no di la vuelta, sino que además caí en la misma trampa, perdiendo más de lo que esperaba. Esa sensación es como escalar una montaña y, a mitad de camino, resbalar y deslizarse hacia abajo, ¡y esta vez más lejos que la anterior!

La realidad que tengo delante ahora es: hay que tapar los agujeros de dos años. Este nuevo objetivo suena un poco pesado, pero también me ha permitido entender mejor el mercado y a mí mismo. El plan para el 26 es una sola palabra: estabilidad. Ya no sueño con duplicar, sino que pongo mi atención en la gestión del riesgo, y solo actúo cuando surja la oportunidad. Después de todo, solo se gana si se está vivo.

¿Hay amigos que hayan pasado por lo mismo que yo? Podemos animarnos mutuamente.