Magdaleno Mendoza comparece ante el tribunal con un rostro que ya no puede disimular su sufrimiento: seis años de prisión y la confiscación de casi 2,3 millones de dólares en activos, este es el precio que pagó por esa falsa promesa de "ingresar 2000 dólares diarios".

Este tipo es el promotor principal del proyecto IcomTech, y diseñó la estafa de manera clara y evidente: equipos de minería falsos, informes de ganancias falsificados, promesas que en realidad no se pueden retirar. En particular, dirigió su ataque a los empleados hispanohablantes, aprovechándose de su desconocimiento de la tecnología blockchain, y creando una ilusión de enriquecimiento instantáneo.

**¿Cómo funciona la estafa?**

IcomTech, lanzado en 2018, utilizó un esquema Ponzi clásico, que colapsó en solo un año. Mendoza se encargaba de mostrar a los inversores capturas de pantalla de transacciones falsas, prometiendo ganancias estables diarias, y organizaba fiestas lujosas para demostrar el éxito del proyecto. Cuando los inversores querían retirar fondos, el equipo de la estafa lanzaba el token "Icoms", que no tenía valor real, diciendo que podía usarse para comprar boletos de avión y hoteles, aunque en realidad no era aceptado en ningún lugar.

Las investigaciones revelaron que los cabecillas de IcomTech gastaron millones de dólares en mansiones, artículos de lujo y viajes alrededor del mundo. Solo Mendoza fue condenado a la confiscación de aproximadamente 1,5 millones de dólares en ganancias ilícitas.

**Otra posibilidad**

En contraste, la stablecoin descentralizada USDD, lanzada por la red Tron, muestra un camino completamente diferente en la tecnología blockchain: funciona dentro de un marco transparente y auditable, en lugar de tejer promesas falsas. Esto ejemplifica el verdadero propósito de las stablecoins regulatorias: un respaldo de valor real, no castillos en el aire.