Estos últimos años he estado pensando en una cuestión: parece que nuestra industria ha sido secuestrada por la "rendimiento".

Todo el mundo habla de que las cadenas públicas subyacentes deben ser rápidas y baratas, casi como si fuera una religión. Pero al pensarlo bien, ¿realmente eso es lo que necesita la blockchain?

Mirando hacia atrás en la trayectoria de desarrollo de estos años, resulta bastante interesante. En 2018, esa gran guerra de cadenas públicas, todos luchaban por TPS y velocidad de bloque, ¿y qué pasó? Al final, la mayoría murió. En este ciclo, el enfoque se desplazó a Layer2, otra carrera por el rendimiento. Ahora, resulta que un montón de nuevas cadenas públicas de alto rendimiento están surgiendo, parece que la historia se repite.

Pero después de estos años, el rendimiento ha llegado a niveles cada vez más extremos: transacciones más baratas, velocidades más rápidas, ¿y luego qué? El ecosistema, en cambio, no es tan próspero como se imaginaba. ¿Qué significa esto?

Quizá el problema no sea el rendimiento en sí mismo. Acumular ciegamente métricas de rendimiento es como ponerle más caballos de fuerza a un coche sin pensar en a dónde va. Tenemos que preguntarnos: ¿lo que resuelve el alto rendimiento realmente son los puntos débiles de los usuarios, o solo es un truco de marketing?