Al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que mi actitud hacia DeFi en la red $TON cambió significativamente después de comenzar a usar y seguir regularmente el intercambio STONfi, que ha estado en la cima de la red $TON durante varios años. Anteriormente, DeFi se percibía como algo aterrador: la búsqueda constante de puntos de entrada, el miedo a perderse algo, el deseo de hacer movimientos innecesarios. Parecía que si no estabas en el mercado cada minuto, ibas a perderte de algo.

Con el tiempo, todo eso desapareció. En lugar de buscar oportunidades raras, comencé a observar más de cerca lo que realmente sucedía en la red. Empecé a mirar con más frecuencia la actividad interna, el comportamiento de los tokens, dónde había vida y dónde ya no la había. STONfi y la actividad de los propios desarrolladores se convirtieron en un punto donde se podía ver la actividad real de los usuarios.

DeFi dejó de ser para mí sobre el comercio constante. Se convirtió en entender los procesos, tener paciencia y la capacidad de esperar. Y quizás fue esta comprensión la que resultó ser una de las cosas más valiosas para mí.